Producto de las condiciones propias de las aguas chilenas en el litoral central, referente a la gran flora marina que poseen, la visibilidad se ve seriamente reducida a medida que nos sumergimos en el mar y a su vez dependiendo de la época del año, pues al aumentar las temperaturas la flora también aumenta, por consiguiente la visión bajo agua disminuye considerablemente aún más. Si a esto le sumamos una mayor profundidad a la capa que impide le ingreso de la luz del sol, veremos como aumentan los problemas de visibilidad. Por esto en general los buceos profundos en nuestras aguas son de una visibilidad muy escasa, lo cual genera que el buzo tenga un auto control adecuado para este tipo de situaciones, pues no vera bien su entorno y a su vez esto provocara que deba conocer muy bien donde lleva todo su equipo, pues generalmente lo encuentra al tacto. Es así que junto a mis infaltables budys de buceo nos sumergimos en estas aguas, que a pesar de lo anterior, es una experiencia inolvidable, quizas en parte por eso mismo.
Producto de las grandes profundidades de nuestros puertos, los buceos en naufragios requieren estar capacitados para bucear profundo y obviamente tener un entrenamiento adecuado a la actividad que se desea realizar. Por esto una vez uno se sumerge se adentra a un mundo fascinante e inexplorado por el resto de las personas, situación que convierte al buceo en una situación incomparable. Al ir descendiendo la visibilidad rápidamente disminuye y el cuerpo comienza a sentir la presión del agua que lo rodea, a su vez la sensación de soledad puede ser muy grande y fascinante, es así como en este descenso se llega al fondo, después de un par de minutos, lugar que nos muestra los secretos que esconde el fondo del mar. Poder ver un pecio (naufragio) es verdaderamente impactante, pues uno se puede imaginar a la tripulación peleando hasta el final por mantener a esa obra de ingeniería a flote, pero que finalmente el mar tomara y cubrirá con sus aguas, para no devolverla más.
Producto de las grandes profundidades de nuestros puertos, los buceos en naufragios requieren estar capacitados para bucear profundo y obviamente tener un entrenamiento adecuado a la actividad que se desea realizar. Por esto una vez uno se sumerge se adentra a un mundo fascinante e inexplorado por el resto de las personas, situación que convierte al buceo en una situación incomparable. Al ir descendiendo la visibilidad rápidamente disminuye y el cuerpo comienza a sentir la presión del agua que lo rodea, a su vez la sensación de soledad puede ser muy grande y fascinante, es así como en este descenso se llega al fondo, después de un par de minutos, lugar que nos muestra los secretos que esconde el fondo del mar. Poder ver un pecio (naufragio) es verdaderamente impactante, pues uno se puede imaginar a la tripulación peleando hasta el final por mantener a esa obra de ingeniería a flote, pero que finalmente el mar tomara y cubrirá con sus aguas, para no devolverla más.
Esta situación le da al buceo una aventura en si misma, pues uno se adentra a un mundo nuevo y hostil hacia el cuerpo humano, pero que a su vez el conocimiento, los inventos y el entrenamiento han permitido que uno pueda ir hasta este maravilloso cuadro que nos guarda en el fondo del mar. Es así como puedo describir los buceos que estamos realizando en los naufragios de nuestras aguas.
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